jueves, 3 de marzo de 2011

El Perfume de la sangre Parte III


Al fin, paso mi último fin de semana tranquilo, aun en mi mente rondaba aquella noche cuando lo conocí, cuando conocí a aquel grupo tan unido, era tiempo de aceptar mi destino, lentamente fui entrando a aquel edificio, que siempre observaba a lo lejos, ahora tan cercano, aquel perfume tan suculento recorría todos mis sentidos. Cuando por fin llegue al aula donde tomaría mis clases, me sorprendió encontrar a quienes no quería encontrar.
- Chicos, Tenemos una nueva compañera.- Luego el profesor me miro, y me indico que pasara. - Preséntate a la clase por favor... -
 - Buenos días...- dije tímidamente.- Soy Christine Solares, pueden decirme Cris... - Luego mi mirada cambio repentinamente de lugar, hacia donde él estaba... 
 - Bien pasa a sentarte... Ahí a un lugar vacío... - Me indico el lugar que estaba junto a Eliel. Y acto seguido me senté ahí, Sin embargo, intentaba mirarlo lo menos posible...- Hola... de nuevo...
- Amm... hola... 
- No me tengas miedo, no voy a comerte....
- Tu a mí no, pero yo a ti tal vez si... -  Pensé.
A la hora del almuerzo, Marlene me invito a comer con todos ellos, prefería estar con todos ellos que tener que sentarme con alguien a quien no conocía... O peor aún, que Francis, el otro vampiro que me perseguía, se sentara conmigo... Cuando me invitaron a sentarme con ellos para comer, me percaté de que se compartían entre sí, su comida, y yo... tenía que negarles la mía, no permitiría que comieran como yo, sándwiches de humanos, y bebieran, sangre, como lo hacía parecer todo normal, me veían como una envidiosa, pero hasta a mí me provocaba asco, ver como los demás comían a los humanos, tal cual eran, menos permitiría que ellos, lo comieran, siendo humanos...
-Amiga, ¿te encuentras bien? estas muy nerviosa... - Pregunto Josie
- Es que... me apena no poder compartirles mi comida...
- No te preocupes.- E hizo un gesto de niña inocente...   
- Al final de clases nos vamos a juntar en casa de Ricardo, para hacer la tarea de química ¿Ya tienes equipo? - Pregunto Katia, un poco fuerte y ruidosa...
- Amm.... 
- No seas idiota Katia, como va a tener equipo ya, si apenas hoy llego a la escuela... - Joan miraba a Katia de una manera especial, donde sus palabras no expresan otra cosa sino cariño...
- Ya no se peleen, dicen que todo gran amor empieza así... - Pícaro desde el fondo, Marco, hacia corazones en el aire...
 - Cállate, ya... -  refunfuño Joan...
Marlene me miro desde su lugar, y me dijo con voz dulce y suave...
- ¿Quieres estar en nuestro equipo?
- Si... no les causo problema... - y agache mi cabeza...
- No tranquila, para nosotros es genial tener una nueva compañera... o mejor aún, una nueva amiga...
Cuando terminaron las clases, les seguí hasta la casa de Ricardo, nada extravagante, una casa normal de dos pisos, y un bello jardín, lleno de rosales...
- Si mi madre está obsesionada con las rosas... - Me dijo Ricardo mientras intentaba cortar una...
- NO... No te vayas a cortar... - La sangre... su olor, hubiera hecho perder el control en ese momento... y Ricardo retiro la mano del rosal.
Entramos al fin a la casa, no me parecía nada extravagante, es decir, a comparación de la mansión donde vivía, era bastante pequeña, me sentía un poco incomoda, era la primera vez que estaba en casa de un humano...
-¡Chicos! ...- Gritaba la madre de Ricardo desde la cocina... - Ya va a estar la comida... pongan la mesa por favor... Todos nos dirigimos a la cocina para ayudar en lo que pudiéramos... Y todo iba muy bien... Hasta que... La madre de Ricardo se cortó....

No hay comentarios:

Publicar un comentario