Al fin, paso mi último fin de semana tranquilo, aun en mi mente rondaba aquella noche cuando lo conocí, cuando conocí a aquel grupo tan unido, era tiempo de aceptar mi destino, lentamente fui entrando a aquel edificio, que siempre observaba a lo lejos, ahora tan cercano, aquel perfume tan suculento recorría todos mis sentidos. Cuando por fin llegue al aula donde tomaría mis clases, me sorprendió encontrar a quienes no quería encontrar.
- Chicos, Tenemos una nueva compañera.- Luego el profesor me miro, y me indico que pasara. - Preséntate a la clase por favor... -
- Buenos días...- dije tímidamente.- Soy Christine Solares, pueden decirme Cris... - Luego mi mirada cambio repentinamente de lugar, hacia donde él estaba...
- Bien pasa a sentarte... Ahí a un lugar vacío... - Me indico el lugar que estaba junto a Eliel. Y acto seguido me senté ahí, Sin embargo, intentaba mirarlo lo menos posible...- Hola... de nuevo...
- Amm... hola...
- No me tengas miedo, no voy a comerte....
- Tu a mí no, pero yo a ti tal vez si... - Pensé.
A la hora del almuerzo, Marlene me invito a comer con todos ellos, prefería estar con todos ellos que tener que sentarme con alguien a quien no conocía... O peor aún, que Francis, el otro vampiro que me perseguía, se sentara conmigo... Cuando me invitaron a sentarme con ellos para comer, me percaté de que se compartían entre sí, su comida, y yo... tenía que negarles la mía, no permitiría que comieran como yo, sándwiches de humanos, y bebieran, sangre, como lo hacía parecer todo normal, me veían como una envidiosa, pero hasta a mí me provocaba asco, ver como los demás comían a los humanos, tal cual eran, menos permitiría que ellos, lo comieran, siendo humanos...
-Amiga, ¿te encuentras bien? estas muy nerviosa... - Pregunto Josie
- Es que... me apena no poder compartirles mi comida...
- No te preocupes.- E hizo un gesto de niña inocente...
- Al final de clases nos vamos a juntar en casa de Ricardo, para hacer la tarea de química ¿Ya tienes equipo? - Pregunto Katia, un poco fuerte y ruidosa...
- Amm....
- No seas idiota Katia, como va a tener equipo ya, si apenas hoy llego a la escuela... - Joan miraba a Katia de una manera especial, donde sus palabras no expresan otra cosa sino cariño...
- Ya no se peleen, dicen que todo gran amor empieza así... - Pícaro desde el fondo, Marco, hacia corazones en el aire...
- Cállate, ya... - refunfuño Joan...
Marlene me miro desde su lugar, y me dijo con voz dulce y suave...
- ¿Quieres estar en nuestro equipo?
- Si... no les causo problema... - y agache mi cabeza...
- No tranquila, para nosotros es genial tener una nueva compañera... o mejor aún, una nueva amiga...
Cuando terminaron las clases, les seguí hasta la casa de Ricardo, nada extravagante, una casa normal de dos pisos, y un bello jardín, lleno de rosales...
- Si mi madre está obsesionada con las rosas... - Me dijo Ricardo mientras intentaba cortar una...
- NO... No te vayas a cortar... - La sangre... su olor, hubiera hecho perder el control en ese momento... y Ricardo retiro la mano del rosal.
Entramos al fin a la casa, no me parecía nada extravagante, es decir, a comparación de la mansión donde vivía, era bastante pequeña, me sentía un poco incomoda, era la primera vez que estaba en casa de un humano...
-¡Chicos! ...- Gritaba la madre de Ricardo desde la cocina... - Ya va a estar la comida... pongan la mesa por favor... Todos nos dirigimos a la cocina para ayudar en lo que pudiéramos... Y todo iba muy bien... Hasta que... La madre de Ricardo se cortó....
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